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"LA EXPLOTADORA" 
    
Testimonio de Alberto Bourguet 

 

En la década del 50 me encontraba radicado en Río Gallegos y solía concurrir regularmente a la estancia  “Verdadera Argentina”,  propiedad de mi suegro Juan Emilio Riquez  (“don juan”). La misma se ubica al sur del Lago Argentino y es limítrofe con Chile, en la zona del arroyo Zanja Honda.

Ésta fue poblada en 1925, ocupándola por ser lotes fiscales que utilizaba sin autorización ni derechos, la “Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego” (conocida en la zona como  “La Explotadora”) a través de su establecimiento “Fuentes del Coyle”.  Para llegar hasta la estancia “Verdadera Argentina”, debíamos recorrer los últimos 100 kms. por campos de “La Explotadora”.  Recuerdo que atravesábamos hermosos campos, con abundante pasto y en primavera veíamos gran cantidad de corderos, producto de “pariciones” de más del 100%. ¡Claro! disponían de alrededor de 130.000 hectáreas, lo que permitía la rotación de los campos evitando sobrecargas y uso degradante.

Con mi cuñado, Eusebio F. Riquez que se encontraba en el campo, sosteníamos largas conversaciones en las que él me comentaba diversos aspectos de la zona, producto de su larga experiencia. Recorriendo el campo a caballo, caminando para ver riegos o simplemente sentados en la cumbre de algún cerrito, siempre surgía algún comentario o anécdota. “La Explotadora” era un comentario obligado por el origen de “Verdadera Argentina”, ya que este nombre se fundaba en el hecho de ser  pobladores argentinos en medio de terrenos de esa sociedad de capitales chilenos y británicos, obtenidos  por la  concesión Grünbein y por la actuación de “palos blancos”. Un día de charla, se puso a sacar cuentas de la cantidad de animales  que tenía “La Explotadora”  en Argentina y Chile, tanto en la parte continental como en Tierra del Fuego; así, sumando estancia más estancia,  llegó a la cantidad de 2.100.000 animales de esquila!

Ser administrador de una estancia de “La Explotadora”  era un sueño para los pequeños propietarios. A más del reconocimiento social que disfrutaba y del reconocimiento del poder de la empresa que representaba, era un individuo que gozaba de una posición de privilegio en razón de la organización del establecimiento y la cantidad de personal que disponía,  realmente, era casi un potentado. Lógicamente, había llegado a tal cargo luego de haber realizado una carrera dentro de “La Explotadora”, donde se habia iniciado como cadete.

“Fuentes del Coyle” contaba con servicio de telefonía entre sus secciones y puestos con el casco, manteniendo un enlace permanente entre ellos.  también estaba enlazada con  establecimientos de la firma,  en Chile.

Hubo épocas, en especial hasta mediados de los años 20 del siglo pasado, en que no reconocían los límites nacionales, ya que tenían establecimientos propios a uno y otro lado de la frontera.  “Fuentes del Coyle limitaba con “Cerro Castillo” y con “Cerro Guido”.  entonces, de acuerdo a los precios de los productos primarios (lana – cuero – carne) se derivaban los mismos hacia uno y otro país. Cabe recordar, que el frigorífico “Puerto Bories” en Natales, fue instalado con este propósito.  Otro ejemplo: la ropa para limpiar de la primera de las estancias citadas, se llevaba a lavar a Cº. Castillo.  El tránsito entre  los establecimientos era permanente,  como si no existiera límite.  Esto nos habla del poder que tenían. Los abusos cometidos llevaron al dictado de leyes que prohibieron este comercio, estableciéndose aduanas y controles fronterizos.

En los años 60, el presidente Frei expropia los campos de “La Explotadora” en Chile, que entran en inmediata decadencia. En 1971, el gobierno del Gral. Lanusse expropia los establecimientos en Argentina, adjudicando lotes a  colonos seleccionados.  Así se establecen argentinos en toda la zona fronteriza. Si bien considero que no se alcanzó el principal propósito de la colonización, que era el de  conformar un núcleo poblacional en la zona,  debido a la falta de control, por  carencia de un plan director y por desavenencias entre los adjudicatarios, representó un avance en la tenencia de la tierra pública a manos de los nativos del país. No conozco otro caso de colonización por expropiación, en la provincia de Santa Cruz y tal vez en la patagonia en los últimos 80 años. Acaso algún lector de estos “testimonios” pueda aportar mejores  datos al respecto.