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El Correo en Ushuaia 

por Humberto Brumatti 

mailto:fati@satlink.com

   Los miembros de la Misión Anglicana fueron los primeros residentes blancos en Ushuaia. Se habían instalado en enero de 1868, y estrechamente vinculados con las Islas Malvinas, por su intermedio, mantenían correspondencia con el exterior del archipiélago fueguino.

   Al mando del comodoro Augusto Laserre, la División Expedicionaria al Atlántico Sur llega a Tierra del Fuego con la finalidad de establecer subprefecturas, en quienes recaería la representación de la autoridad nacional, además de su significado político y administrativo. En setiembre de 1884 deja instalada la de San Juan del Salvamento en la isla de los Estados, y el 12 de octubre de 1884 la correspondiente a Ushuaia, considerándose esta fecha como la fundación oficial  de la ciudad.

   Cuatro días después, por Ley Nacional No. 1532, se crea la Gobernación Nacional de la Tierra del Fuego, dependiente del Ministerio del Interior.  Más adelante, por decreto del presidente Roca del 27 de junio de 1885, se convierte a la incipiente población en capital del flamante territorio.

   Coincidente con estos acontecimientos, Correos y Telégrafos incluye a estos lejanos destinos, entre los lugares donde enviaba correspondencia, tal como lo indica en su Memoria de 1884, utilizando el transporte de la Marina "Villarino", que ya realizaba las comunicaciones costeras patagónicas, conduciendo pasajeros y cargas. Además tenía a bordo una estafeta postal, atendida por un empleado, responsable de entregar y recibir la correspondencia en las poblaciones y parajes servidos.

   Como sus arribos eran muy espaciados, tambien se utilizaban los pequeños veleros de comerciantes y cazadores para enviar y despachar la correspondencia en Punta Arenas, por aquel entonces escala obligada de los grandes barcos que unían los puertos del Atlántico con los situados sobre el Pacífico.

   Por decreto del 23 de abril de 1890, el gobierno nacional nombró Gobernador de Tierra del Fuego al Dr. Mario Cornero, quién, mientras permanecía en Buenos Aires aguardando el acuerdo del Senado, que se produciría el 10 de junio y luego poder viajar a mediados del mes siguiente, se preocupa en conocer la realidad y necesidades existentes en su nuevo destino. Así, entre diversas inciativas y trámites que realiza, para proporcionar mayores adelantos y comodidades al territorio fueguino, obtiene la instalación del servicio postal en su territorio, mediante la creación por resolución del 25 de julio de 1890 de tres estafetas localizadas en Ushuaia, San Sebastián y San Juan del Salvamento.

    "El Factor de Correos" del 10 de agosto siguiente, publica :

         "Creación de oficinas.
           En San Juan de Salvamento, Ushuaia y San Sebastián, debiendo regentearlas, respectivamente, los señores
          Francisco Villarino, Arturo Coronado y José Porcel."

    Esta información es confirmada dos días después por un decreto nacional, donde además indica que Coronado percibirá un sueldo de 30 pesos mensuales.

    Cornero en la "Memoria de la Gobernación de Tierra del Fuego", elevada al Ministerio del Interior el 15 de abril de 1891, informa en el capítulo "Correos":

         "Tampoco existía en Tierra del Fuego una comunicación postal directa con Buenos Aires. Eramos tributarios de Chile, pues las cartas iban y llegaban a Punta Arenas en donde se franqueaban con las estampillas de aquella República, interviniendo en todas las operaciones postales los empleados extranjeros. Esta irregularidad no podía subsistir y me bastó señalarla al señor Director General de Correos y Telégrafos, Dr. Zeballos, para que fuera subsanada en el acto, creándose las Oficinas de Ushuaia, San Sebastián e Isla de los Estados.

          "Estas estafetas prestan ya importantes servicios y para comprobarlo mencionaré, como dato estadístico, el movimiento habido en la de la Capital desde la inauguración del servicio, el 6 de febrero pasado hasta el día de la fecha: Correspondencia particular recibida, 101 cartas; idem expedidas, 134; idem oficial enviada, 23; paquetes de impresos recibidos, 69; correspondencia certificada, 11. Esto sin contar tres bolsas de correspondencia venida directamente de Europa por intermedio de agentes de Punta Arenas.

          "Con el establecimiento de este servicio que representa un gran adelanto para el territorio y que significa una fuente permanente de renta para la nación, desaparece el tributo que pagábamos al extranjero, tributo insignificante en su valor intrínseco, pero importante en su valor moral".

    Consideramos lógico el lapso de tiempo existente entre creación y habilitación, por la necesidad de organizar y disponer el envío de los elementos imprescindibles para el funcionamiento de la nueva dependencia, en los espaciados medios de transporte existentes. También subrayamos al 6 de febrero de 1891, como la fecha de su inauguración.

    En otra iniciativa, Cornero en nota del 18 de febrero del mismo año, indica la conveniencia de prácticar estudios para unir telegráficamente Tierra del Fuego con la línea nacional, y que el vapor "Ushuaia" cumplirá estudios para el lanzamiento del cable submarino. Esto no era novedoso, porque el año anterior ya se había llevado el tema al Dr. Zeballos. También en 1893, Julio Popper y Francisco Ayerza, presentaron un elaborado proyecto para realizar en forma privada, toda la instalación telegráfica hasta Ushuaia.

    Para entonces el telégrafo nacional llegaba hasta Viedma, y recién en enero de 1903 arribó a Cabo Vírgenes. El visionario proyecto lo replanteó oficialmente Correos y Telégrafos en 1905 y 1930, pero por diversos motivos nunca prosperó. En todos los casos, los trámites terminaron siendo archivados, y el tema olvidado con el paso del tiempo.

    No sabemos cuánto se mantuvo Coronado en su puesto, pero por decreto del 9 de marzo de 1894 y con retroactividad al 27 de febrero anterior, se nombra "jefe de la estafeta Ushuaia" a Angela Albónico de González Acha, quién continuaba en sus tareas cuando se realizó el censo Nacional de 1895. Allí consta que tenía treinta años, nacida en Buenos Aires, casada con el Juez de Paz, y tenía dos hijos, de uno y tres años.

    Dicho censo anotó  228 habitantes urbanos en la minúscula capital y 60 embarcados. Existían 39 familias y 39 casas.

    Roberto Payró, al desembarcar en Ushuaia durante su viaje a Tierra del Fuego en 1898, reseña :

        "Bajamos a tierra, y al hechar andar por el muelle lo primero que nos llamó la atención fue un poste rojo del correo. Más tarde íbamos a ver otro ejemplar en San Juan del Salvamento....Naturalmente que ni en Ushuaia ni en San Juan se utilizan; pero producen tan buen efecto...."

    Por la forma de referirse al "poste rojo del correo", este debió ser un  buzón pilar. También deducimos que las cartas se entregaban en el interior de la estafeta.

    Mediante decreto del 21 de enero de 1905, el presidente Quintana establece la superintendencia de las gobernadores de los territorios sobre todas las oficinas y empleados que existen en sus jurisdicciones y que dependen de la Nación, y el artículo 4o. precisa:

         "Los gobernadores ejercerán vigilancia sobre las oficinas, empleados y servicios dependientes de la Dirección General de Correos y Telégrafos....Podrán observar a los jefes de oficinas o empleados las irregularidades e inconvenientes que noten en el servicio, indicándoles los medios de subsanarlos, y darán cuenta para las resoluciones que deba adoptar el ministerio de que dependen los empleados."

    En los primeros tiempos, algunas oficinas públicas funcionaron en la Casa de Gobierno, tal como aconteció con el Correo desde su creación, y en el inventario general de las existencias pertenecientes a la Gobernación de Tierra del Fuego, de 1908, se lo ubica en el ala izquierda del citado edificio.

    La Memoria anual elevada por el gobernador Manuel Fernández Valdés el 27 de abril de 1910, comunica al Ministro del Interior que :

       "Con fecha 19 de junio de 1908 V.E. se sirvió comunicarme que tomando en cuenta el pedido formulado por varios pobladores de este territorio se había resuelto elevar la categoría de la Estafeta Ushuaia a fin de habilitarla para el servicio de giros y bonos postales; pero al reiterar con fecha 10 de diciembre pasado ese pedido apoyado por la Gobernación, manifiesta la Dirección de Correos y Telégrafos que el presupuesto del corriente año ha dejado a la Estafeta Ushuaia en las mismas condiciones que el anterior.

         "Las estaciones radiotelegráficas de Ushuaia y Año Nuevo están terminadas y la de Cabo Vírgenes debe terminarse en estos días. Como hasta este último punto llega el telégrafo nacional, en breve habrá terminado el aislamiento de este territorio y la razón de su retardo en el progreso de la República.

        "No existen comunicaciones directas terrestres ni marítimas entre Ushuaia y los Departamentos del Norte. Solamente en verano y por causas muy imperiosas se ha cruzado al interior del territorio a través de montañas, turbales y pantanos sufriendo toda clase de penalidades."

    Agregaba  que las comunicaciones con la Capital Federal habían mejorado considerablemente, y a Ushuaia llegaban periódicamente tres barcos pertenecientes a otras tantas compañías de navegación: "Presidente Sarmiento", "Presidente Quintana" y "Neuquén". Además, el transporte de la Marina "Piedrabuena", y el vapor "Carolina", subvencionado éste por el gobierno chileno, permitían el intercambio de correspondencia y cargas con Punta Arenas.

    En esos momentos el pueblo tenía unos 800 habitantes (sin contar la población carcelaría, que eran otros tantos), cantidad que permaneció más o menos estable por muchos años.

    El 13 de junio de 1910 se comunica al Ministro del Interior la habilitación al servicio público de la estación radiotelegráfica de la Marina instalada en Ushuaia.

    También el 7 de julio siguiente, Correos y Telégrafos dispuso elevar a la categoría de oficina de 4a. a la estafeta Ushuaia, y el día 22 designa jefe de oficina a Alberto Ayré, quedando así solucionados los problemas por los cuales se venía peticionando.

    Según la investigación realizada por Zagier, esta oficina postal fue ubicada en una casa de ladrillos, propiedad de un danés llamado Juan Stroom, al lado del Banco de la Nación. En su Memoria de 1912, la Gobernación informa:  "se ha instalado aguas corrientes y cloacas en el Correo". Permaneció funcionando en dicho inmueble, hasta que fue destruído por un incendio el 30 de noviembre de 1934, con casi todo cuanto contenía. La oficina fue trasladada al edificio de San Martín esquina Antártida Argentina, que nos referimos más adelante. 

    El Gobernador reclama el 21 de junio de 1912 una partida de estampillas enviadas el 2 de mayo. Expedidas desde Buenos Aires el día 8 en el vapor  "Mendoza" rumbo a Río Gallegos, estuvieron allí detenidas hasta el paso del vapor "Rawson" que llegará a Ushuaia el 30 de julio.

También Fenández Valdés observa que no deben efectuarse envíos en barcos de la "Mala Real Inglesa", porque muchas veces van hasta Valparaíso en donde se reexpide la correspondencia para Punta Arenas.

    En los primeros tiempos, algunas oficinas públicas funcionaron en la Casa de Gobierno, tal como aconteció con el Correo desde su creación, y en el inventario general de las existencias pertenecientes a la Gobernación de Tierra del Fuego, de 1908, se lo ubica en el ala izquierda del citado edificio.

    La Memoria anual elevada por el gobernador Manuel Fernández Valdés el 27 de abril de 1910, comunica al Ministro del Interior que :

       "Con fecha 19 de junio de 1908 V.E. se sirvió comunicarme que tomando en cuenta el pedido formulado por varios pobladores de este territorio se había resuelto elevar la categoría de la Estafeta Ushuaia a fin de habilitarla para el servicio de giros y bonos postales; pero al reiterar con fecha 10 de diciembre pasado ese pedido apoyado por la Gobernación, manifiesta la Dirección de Correos y Telégrafos que el presupuesto del corriente año ha dejado a la Estafeta Ushuaia en las mismas condiciones que el anterior.

         "Las estaciones radiotelegráficas de Ushuaia y Año Nuevo están terminadas y la de Cabo Vírgenes debe terminarse en estos días. Como hasta este último punto llega el telégrafo nacional, en breve habrá terminado el aislamiento de este territorio y la razón de su retardo en el progreso de la República.

        "No existen comunicaciones directas terrestres ni marítimas entre Ushuaia y los Departamentos del Norte. Solamente en verano y por causas muy imperiosas se ha cruzado al interior del territorio a través de montañas, turbales y pantanos sufriendo toda clase de penalidades."

    Agregaba  que las comunicaciones con la Capital Federal habían mejorado considerablemente, y a Ushuaia llegaban periódicamente tres barcos pertenecientes a otras tantas compañías de navegación: "Presidente Sarmiento", "Presidente Quintana" y "Neuquén". Además, el transporte de la Marina "Piedrabuena", y el vapor "Carolina", subvencionado éste por el gobierno chileno, permitían el intercambio de correspondencia y cargas con Punta Arenas.

    En esos momentos el pueblo tenía unos 800 habitantes (sin contar la población carcelaría, que eran otros tantos), cantidad que permaneció más o menos estable por muchos años.

    El 13 de junio de 1910 se comunica al Ministro del Interior la habilitación al servicio público de la estación radiotelegráfica de la Marina instalada en Ushuaia.

    También el 7 de julio siguiente, Correos y Telégrafos dispuso elevar a la categoría de oficina de 4a. a la estafeta Ushuaia, y el día 22 designa jefe de oficina a Alberto Ayré, quedando así solucionados los problemas por los cuales se venía peticionando.

    Según la investigación realizada por Zagier, esta oficina postal fue ubicada en una casa de ladrillos, propiedad de un danés llamado Juan Stroom, al lado del Banco de la Nación. En su Memoria de 1912, la Gobernación informa:  "se ha instalado aguas corrientes y cloacas en el Correo". Permaneció funcionando en dicho inmueble, hasta que fue destruído por un incendio el 30 de noviembre de 1934, con casi todo cuanto contenía. La oficina fue trasladada al edificio de San Martín esquina Antártida Argentina, que nos referimos más adelante. 

    El Gobernador reclama el 21 de junio de 1912 una partida de estampillas enviadas el 2 de mayo. Expedidas desde Buenos Aires el día 8 en el vapor  "Mendoza" rumbo a Río Gallegos, estuvieron allí detenidas hasta el paso del vapor "Rawson" que llegará a Ushuaia el 30 de julio.

 También Fenández Valdés observa que no deben efectuarse envíos en barcos de la "Mala Real Inglesa", porque muchas veces van hasta Valparaíso en donde se reexpide la correspondencia para Punta Arenas.

    Estas situaciones de equívocos y errores en las encaminamientos postales serán moneda corriente durante décadas, con los consiguientes perjuicios para la lejana población austral.

    En 1914 se eleva la oficina a la categoría de Cabecera de Núcleo, con jurisdicción sobre todas las oficinas y estafetas existentes o a crearse en la Gobernación de Tierra del Fuego, tanto en la parte administrativa como en los servicios que prestaban.

    En la Memoria correspondiente al año 1915, el Gobernador describe un claro y sintético panorama de las comunicaciones en su territorio :

       "No existen líneas de navegación propiamente dichas, es decir, que establezcan comunicaciones regulares entre los puertos del territotorio o de estos con los del resto de la República.

       "Procedente de la Capital Federal sólo toca este puerto un barco de la Compañía Importadora y Exportadora de la Patagonia, cuando hay carga compensativa, y este año ha ocurrido que en un viaje rehusó esa carga por tener demasiada para otros puertos. Puede calcularse en un máximo de cinco viajes anuales los que esta Compañía efectúa hasta Ushuaia.

       "Entre ésta y Punta Arenas viajan con alguna regularidad dos pequeños buques de bandera chilena que traen pasajeros, carga y correspondencia. Uno pertenece a la firma Braun y Blanchard y el otro a la de Amadeo Pasinovich

        "El transporte de la Armada, afectado al servicio de este territorio, ha extendido sus viajes hasta Río Gallegos y Río Grande, lo que si bien beneficia a estos puertos, redunda en perjuicio de Ushuaia, por la considerable disminución de los viajes."

    Un informe de 1922 menciona  "El correo funciona en una casa vieja y sucia, y tiene cuatro empleados, todos españoles". 

    Existieron en la década de 1920, varios proyectos de prolongar los servicios aéreos desde Buenos Aires hasta Tierra del Fuego, para transportar pasajeros y correspondencia, pero no prosperaron por diversos motivos.

    Günter Pluschow, marino y destacado aviador alemán, llegó al país en setiembre de 1928 para realizar trabajos de exploración, filmación y fotografía en nuestro extremo Sur. En Punta Arenas ensambló un hidroavión que había llevado desarmado, al que bautizó "Tsingtau D 1313" o "Cóndor". Con él realizó un viaje de prueba a Ushuaia el 3 de diciembre del mismo año, transportando una saca de correspondencia. En tal sentido, Pluschow escribió más tarde :

        "El primer correo aéreo, el primer paquete postal que desde la tierra firme hasta la punta extrema de la Tierra del Fuego vino por los aires, lo entrego yo mismo en propias manos del Gobernador."

      Al día siguiente regresó a Punta Arenas, llevando también la primera saca de correo aéreo, en sentido inverso.

    Salvo alguno que otro posterior vuelo circunstancial de la Armada, aprovechado para llevar correspondencia, debieron pasar 20 años hasta que se iniciaran los vuelos regulares a Ushuaia.

     De un ameno relato de su niñez en Ushuaia, escrito por un hijo de Calixto Sorá, que fuera jefe de la oficina entre 1930 y 1932, extraemos este párrafo :

         "El correo se encontraba en la calle principal, al lado del Banco de la Nación (actual Museo Territorial, sobre avenida Maipú). La casa era de chapa de zinc, incluída la vivienda del jefe, y estaba pintada de rojo. La dotación de personal de la oficina se integraba de un jefe, un auxiliar telegrafista y un cartero. Para atender la distribución de la correspondencia y de las encomiendas se contaba en invierno con un trineo tirado por una perra apodada "Rara" debido a los colores de su pelaje. El servicio de transporte de envíos postales operaba mediante un carro contratado al que se le enganchaba un caballo y era conducido por un señor de apellido Caruso, ex presidiario que se había aquerenciado en el lugar. Este servicio se cumplía entre el puerto y la oficina cada vez que llegaba y partía un buque."

     Observamos en la descripción del edificio, que no existe coincidencia entre lo averiguado por Zagier y lo recordado por Sorá.

     En 1931 el Ministerio de Marina transfiere a Correos y Telégrafos varias estaciones radiotelegráficas, entre las cuales se encontraba Ushuaia. Luego de haberla recibido y reorganizado parcialmente su funcionamiento técnico, es incorporada a esta repartición el 21 de abril de 1934, aunque con antigüedad al 19 de setiembre del año anterior. Trabajaba en forma separada de la oficina postal, de tal manera que atendía la recepción y distribución de los radiotelegramas en su edificio, que estaba situado en un lugar escarpado, de difícil acceso en el invierno, cuando la nieve cubría totalmente las calles.

     Entre 1937 y abril de 1943 existió el servicio denominado jocosamente "correo aéreo a caballo", consistente en alcances de correspondencia aérea efectuados desde Ushuaia a Río Grande, donde se reexpedía al Norte en los aviones de Aeroposta Argentina, y al regreso se traía lo destinado a nuestra ciudad.

     El transporte lo realizaba la policía, mediante una subvención del Correo, con la regularidad que lo permitían las condiciones climáticas. El trayecto Río Grande-Lago Fagnano se hacía en un vehículo policial y desde allí a Ushuaia a caballo en verano, cruzando la cordillera a través de los peligrosos senderos existentes entonces. En épocas de las nevadas, de abril a octubre, las cabalgaduras no podían utilizarse y, mientras los pasos no se cerraban, se recurría a esquíes tirados por perros. El trabajo era muy penoso y de gran riesgo, pero mantenía razonablemente comunicada por esa vía a Ushuaia con el resto del país, durante una parte del año.

    Tuvimos la fortuna de gozar de la lúcida y fructífera amistad de Antonio Balado, que en épocas no tan lejanas, pero sí teñidas con patriótico y sacrificado esfuerzo, se desempeñó en aislados destinos patagónicos, entre otros, como jefe de Cabo Vírgenes entre 1935 y 1940, y de Ushuaia desde 1940 a 1945 y de 1947 a 1948.

     Su archivo proporcionó las ya históricas fotografías que ilustran estos apuntes, y su magnífica memoria nos permite reproducir estos recuerdos :

          "Cuando llegué por primera vez a Ushuaia, la oficina se hallaba en un extremo de la población, a una cuadra del presidio (esquina suroeste de San Martín y Antártida Argentina). Era un gran caserón de madera y chapas de cinc acanalado, que había sido alquilado después que se incendió la dependencia. Las habitaciones eran en su mayoría corridas, con una puerta exterior en cada una, y comunicaciones interiores en la misma forma. Estaba situada la casa en una esquina de la manzana, hacia donde daba la jefatura, y lindante el depósito de encomiendas. Para comodidades del jefe y su familia poseía 2 dormitorios, cocina y baño.

         "Tras una inspección con el objeto de observar la situación de la dependencia, el inspector actuante gestionó y dispuso su traslado, contratando un edificio situado más al centro del pueblo, también construído de madera y cinc, con mayores comodidades para el desenvolvimiento del servicio, y en un lugar más equidistante para los usuarios (calle San Martín al 750, vereda norte).

          "El movimiento de correspondencia se producía cuando llegaban o zarpaban barcos, pués era el único medio con que contaba la población para comunicarse con el exterior, salvo los pocos meses en que funcionaba el correo a caballo que nos traía desde Río Grande la correspondencia aérea.

           "Lo normal y corriente era que llegara un barco por mes, pero en ocasiones demoraban hasta dos meses. Es imaginable la desesperación de la gente, después de tanto tiempo sin noticias de sus familiares que habitaban fuera de la isla, y sin recibir las encomiendas con remedios, ropas y otros elementos que les enviaban. Los que recibían diarios, periódicos o revistas, tenían bastante con qué entretenerse con las noticias atrasadas que les llegaban. Como consecuencia de ello la población invadía la oficina.

           "Para la recepción y expedición de la correspondencia no existían fechas ni horarios, ya que se aprovechaba cuanto buque de la Marina entraba o salía, en ocasiones con el tiempo justo para preparar la expedicón de los envíos. Cuando el aviso de embarque nos daba tiempo, se anotaba, para información del público, la fecha y hora de alcance en un pizarrón sobre la pared exterior de la oficina, por ejemplo "Correspondencia para el rastreador "Parker" se aceptará hasta tal día y hora."

     Luego de crearse en 1943 la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego, aumenta la población de la ciudad con el personal naval y técnicos traídos de Italia para levantar la base aeronaval.

     Entre otros edificios, la Marina construye uno destinado al Correo, con amplias comodidades para su funcionamientro, al cual se traslada entre junio y julio de 1948, en pleno invierno en medio de la nieve, sin protocolo alguno, y donde aún se mantiene.

      Esto obligó aumentar la dotación de personal, que permanecía inalterable desde los tiempos de Sorá, y queda constituída por el jefe, 3 auxiliares, 3 carteros, 1 mensajero y 1 calefaccionista.

     Aeroposta Argentina extiende sus servicios hasta Ushuaia el 4 de junio de 1948, con dos frecuencias semanales. Tiempo después la empresa se convertirá en Aerolíneas Argentinas. Más tarde se agregará Líneas Aéreas del Estado, que por muchos años será de gran utilidad para la capital fueguina.

     También en junio, y mediante un convenio con Correos y Telecomunicaciones, la empresa Pemá-Enló de Río Gallegos comienza a transportar correspondencia en vuelos semanales entre esa ciudad, Río Grande y Ushuaia, que se mantienen hasta diciembre de 1950.

      Las dependencias separadas de correo y radio son reunidas el 8 de junio de 1951, bajo la denominación Radiopostal Ushuaia, y 30 años después se incorporó a las comunicaciones satelitales con la categoría de oficina mixta.

     Hacia 1964 se implantó en todo el territorio nacional del transporte masivo aéreo de la correspondencia, y todas las demoras e inconvenientes surgidos cuando era marítimo, pasó a la historia.

     Con el incremento de la población y la extensión urbana con la construcción de nuevos barrios, fue necesario acompañar dicho crecimiento mediante la habilitación, primero de una estafeta postal y más tarde de unidades postales, todas dependientes de la oficina central, que pasamos a detallar, indicando las fechas de creación o habilitación que poseemos, con la advertencia que la lista quizás sea incompleta, y que algunas tuvieron funcionamiento irregular, siendo  finalmente  clausuradas, sin que existan registros confiables sobre las fechas cuando ocurrieron :

 Estafeta No. 1 Ushuaia ( habilitada el 1.10.1954 y clausurada en 1991 ); Unidad Postal No. 1 Castelar ( ? ); Unidad Postal No. 2 Museo Territorial ( desde 02.05.1984 ) ; Unidad Postal San Vicente Paul  ( habilitada el 12.03.1984 y clausurada en 1995 ) ; Unidad Postal No. 3 Los Morros ( 1988 -1995 ); Agencia No. 1 Ushuaia ( 1994 - ? ); Unidad Postal Puerto ( desde 1997 ); Unidad Postal No. 19 Ushuaia ( desde 1994 ); Unidad Postal No. 4 Aeropuerto ( desde 1997 ) y Unidad Postal Museo Marítimo de Ushuaia ( desde 1996 ).

     Desde la década de 1980, comenzaron a funcionar en la ciudad, agencias de algunas empresas de correos privados, en competencia con el correo oficial aquí tratado. Solo mencionamos esta circunstancia, por no ser las mismas motivo del presente trabajo.

     Como muchos de los empleados nacionales, los del Correo también llegaron a tan apartado lugar por razones económicas, y como los demás sufrieron las penurias propias del aislamiento,  lejanía de seres queridos, clima, carencia de comodidades, etc., pero no impidió que sirvieran a la comunidad con esmero y sin omitir esfuerzos, sabiendo que eran el nexo con el mundo exterior, y su tarea contribuía a ser más llevadera la vida. En los pocos que aquí nombramos, rendimos un homenaje a todos cuantos se desempeñaron en distintas funciones desde 1891.

     Al principio, y por muchos años, el Correo de Ushuaia tuvo el privilegio de ser el más austral del mundo. La rápida y completa integración al resto del país no causó la pérdida de las condiciones especiales y prestigio que han rodeado durante tanto tiempo a esta oficina. En más de un siglo ha sido un factor muy importante de vínculos personales y comerciales, no solo para sus habitantes, sinó también para infinidad de viajeros, quienes en su paso por la ciudad han enviado y continúan haciéndolo, una carta o tarjeta postal con el testimonio documental del matasello postal.

Bibliografía consultada

"Aeroposta" No. 12. Buenos Aires, setiembre 1942.

Archivo Histórico de Correo Argentino. Buenos Aires.

Archivo Histórico Nacional. Buenos Aires

BALADO, Antonio. Testimonios personales en varias cartas de 1989 y 1990 en mi poder.

BELZA, Juan E. "En la isla del Fuego", 3 tomos,. Buenos Aires, 1974/77.

BRUMATTI, Humberto. "Cien años de correo en Ushuaia", en "Revista patagónica" No. 48. Buenos Aires, enero-marzo 1991.

"La Nación". Buenos Aires , 6.12.1928.

PAYRÓ, Roberto. "La Australia Argentina". Buenos Aires, 1908.

PREMOLI, Eduardo. "El correo en la Tierra del Fuego"., en Revista de Filatelia No. 226/228. Madrid (España), febrero-abril, 1988.

PROSSER de GOODALLL, Rae Natalie. "Tierra del Fuego". Buenos Aires, 1979.

"Registro Nacional de la República Argentina". Buenos Aires. Años 1894 y 1910..

SANTAMARÍA, Graciela. "Aportes para una historia aeronaútica de Tierra del Fuego", en "Karukinka" No. 25, pág. 199/225. Buenos Aires, octubre 1980.

SORÁ, Miguel Angel, "El correo de Ushuaia en 1930", en "Postas Argentinas" No. 400. Buenos Aires, setiembre/octubre 1980.

ZAGIER, Sergio R., Capítulo "Correo" en "Ushuaia 1884-1984 / Cien años de una ciudad argentina". Buenos Aires 1984.
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