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   Guillermo Lambert

El Juicio

Una  vez que fueron desembarcados en Buenos Aires los Jefes y Oficiales del Magallanes, se les nombró de oficio el Fiscal que debía instruir el consiguiente sumario, recayendo éste en el Capitán de Navío don Emiliano Goldriz, quien designó al Teniente de Fragata Leopoldo Funes para actuar como Secretario. Méndez designó defensor  al teniente de Fragata  Santiago J. Albarracín.

Iniciada la causa y hasta que ella fue elevada  a plenario, el Comandante del Magallanes guardo arresto en el cuartel del Retiro, de donde fue trasladado a presencia del Consejo y luego recluido en su domicilio particular.

El 22  de Octubre, a las 14 horas, se reunió el Consejo de Guerra en sesión pública. El defensor  solicitó la absolución de Méndez “por no resultar comprobado cargo alguno en su contra”.

El Consejo se pronunció en sentido favorable, pero  con suspensión de mando para el Comandante.  
Aquí la resolución del Ministro de Guerra y Marina General Racedo31
 

                                                                                                                     Tte.de Nav. Carlos Méndez
                                                                                                   
        Encontrándose ajustado al tratado 5to Título 5to Artículo 24 de las Ordenes de la Armada, el fallo dictado con fecha 22 de octubre ppdo. por  el Consejo de Guerra y atento lo aconsejado por el Auditor de Marina en el Dictamen que antecede
 

Se Resuelve:
 

Articulo 1ro- Aprobar el fallo dictado por el Consejo de Guerra, por encontrarse con arreglo a las prescripciones de las  Ordenanzas de la Armada; pero, usando el Poder Ejecutivo de las facultades que le son inherentes, queda limitado a dos años el plazo durante el cual el Teniente de Navío D. Carlos Méndez no podrá ejercer mando alguno y debiendo revistar durante ese tiempo en la Plana Mayor activa.

Articulo 2do- Amonéstese al defensor de esta causa, Teniente de Fragata D. Santiago J. Albarracín por haber hecho uso de lenguaje inadecuado en la defensa de este sumario.

Articulo 3ro- Comuníquese esta resolución al estado Mayor General de la Armada para su debido cumplimiento y avísese a quienes corresponda a sus efectos.

Fdo. General E. Racedo -  Ministro de Guerra y Marina

 

        Nada se ha encontrado en el sumario sobre la suerte que corrieron Agustín Maristany y los maquinistas del Magallanes por su presunta responsabilidad  en el naufragio.

        Acerca del Capitán del Magallanes, Carlos Méndez, sus antecedentes eran muy buenos y había participado de distintas campañas al sur, que incluían una travesía  hasta Santa Cruz en una embarcación menor junto al Teniente  Félix Paz32


        Sobre Agustín Maristany, el otro protagonista de esta tragedia, existen testimonios de  colonos de Deseado e incluso del historiador Hilarión Lenzi, donde lo citan como un excelente marinero, conocido y apreciado en la zona. Había  participado al timón de la balandra “Coronel Solier”  en los trabajos de exploración,  que realizara Onetto entre  mayo y noviembre de 1883, en la zona del Deseado.

Con los antecedentes citados, no surge  claramente como  el buque terminó impactando contra una roca muy bien conocida en el lugar, habida cuenta que  vela  en cada bajamar.

        El diario La Prensa  en su edición  del 21 de Agosto/887, aboga por los tripulantes del Magallanes  a través de un articulo que titula “Triste Situación de los náufragos”: No puede ser mas desesperante la triste situación  en que se encuentra la tripulación del Magallanes  que llegó hace muchos días a esta, después del naufragio de aquel buque.

Estos infelices han llegado en el lamentable estado que se puede suponer después de un naufragio, se encuentran sin ropa y sin dinero pues se les adeudan 3 meses de sueldo, sin que tengan esperanzas de percibir siquiera un peso de sus haberes por la razón de siempre: la partida presupuestaria de donde se les podía pagar, esta agotada y no hay donde imputar ese gasto; pero ni siquiera se piensa en arbitrar las medidas para sacarlos de tan desesperada situación.

Es hasta inhumano el proceder observado con esta pobre gente.
 

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