El
periodismo local nace el 1° de mayo de 1924 con
el semanario EL LIBRE DEL SUR, fundado por el Dr. Ugo
Roggero, médico italiano radicado en Esquel; continuado por su esposa
tras su fallecimiento. Años más tarde, registra una suspensión y
algunos cambios de dueños, incluso el partido Laborista durante un
breve período. Bajo esta dirección, reaparece de 1945 a 1949, año en
que adquieren la empresa dos de sus obreros tipógrafos,
los vecinos Roberto Porcel de Peralta y Braulio Álvarez quienes
editan el semanario por sólo un año, cerrando definitivamente en 1950.
Respecto de este periódico, la Edición 25º Aniversario del ESQUEL
dice que “Durante la dirección de Jorge Rouger Lezana el periódico
vuelve a tomar vibración periodística. Con la del señor Emiliano Fernández
“El Libre del Sur” serena su prédica y toma decididamente el
partido democrático. Con el Partido Laborista, el periódico defiende
con inusitada pasión su posición política.” Luego, añade que
bajo propiedad de, Braulio Álvarez y Roberto Porcel de Peralta, el periódico
“... mantiene una política prescindente, apartada de toda pasión
banderiza, registrando los hechos serenamente con entera
imparcialidad.”
Evidentemente hay una marcada intención del ESQUEL de señalar
los estilos políticos apasionados como no democráticos, tal vez
marcando diferencias con el peronismo, como se analizará más adelante,
y la “imparcialidad” como actitud democrática. Acerca de esta
“imparcialidad”, Artemio Bock, miembro del ESQUEL,
recuerda que se demora algunos días el comentario sobre el golpe
militar del ’30 por precaución y falta de noticias concretas.El 25 de febrero de 1925 sale el primer número del periódico
semanal ESQUEL, fundado por Valeriano Morelli, cuya impresión se
inicia con una máquina “Marinoni” que instala en un salón
construido especialmente para taller gráfico. En 1938 asume la dirección
Luis Feldman Josin, quien el 3 de mayo de 1945 lo transforma en diario.
El diario ESQUEL fue el principal periódico local, fundacional
de la prensa regional, en la década del 20. Sin interrupciones llegó a
los sesenta como el único medio de información directa de la
comunidad, escrito e impreso en Esquel. Como dato anecdótico se destaca
que noticias de último momento, políticas y económicas (incluyendo
precios del cereal en Buenos Aires) tenían como fuente a las radios de
Buenos Aires, escuchadas con dificultad. Fue durante tres décadas la
voz de las “fuerzas vivas” de la Colonia 16 de Octubre, sus
problemas y sus reclamos.
La Edición 25º Aniversario de este mismo medio, haciendo gala
de su estilo claramente laudatorio, recuerda los inicios como una gesta
más de los “pioneros” de los primeros tiempos. “Fue en 1924,
cuando la primavera comenzó a desparramar sobre el valle los rayos
anunciadores del ‘buen tiempo’, se reunieron los vecinos más conpícuos
(sic) del pueblo para deliberar. Querían un periódico
imparcial, independiente, que no se metiera en la vida privada de nadie;
que no mantuviera polémicas estériles; que le guiara sólo y únicamente
el interés general.”¿Quiénes eran esos vecinos? Valeriano y
Medardo Morelli, Antonio Brun, Antonio Martínez Fernández, Ángel V.
Moré y Arturo Despontín. “De esa reunión nació ESQUEL, un periódico
semanal... ”
Surgía en la ciudad el taller gráfico Esquel y desde febrero de
1925 aparecería semanalmente el periódico homónimo, con el aporte de
Luis Garzonio, improvisado tipógrafo, el recordado Artemio Bock y María
Luisa Pieruzzini de Morelli como maquinista.
En 1935, según la Edición 25º Aniversario, Moré y Valeriano
Morelli abandonaron su actividad en el semanario y la administración
quedó en manos de Carlos Marinari quien trabajó por su expansión
regional. Como es su característica, esta edición especial cita
atropellos sufridos por Marinari sin dar mayores datos de contexto: “
... y como fue un leal defensor del indio y un argentino bien inspirado,
fue castigado como maestro y suspendido en sus funciones. Esta fue la
primera vez que un redactor
del periódico ESQUEL sufría la embestida de la fuerza incontrolada, de
la mano fuerte que aprisiona sin discriminación, porque siente el
punzaso (sic) de la palabra dirigida con acierto.”
¿Cuáles habrían sido
las circunstancias políticas por las que Marinari era alejado de la
docencia? ¿Serían los desalojos de Nahuelpan? Parece difícil, puesto
que esta misma edición especial omite el trágico suceso pero exalta la
figura de los hermanos Amaya. ¿Fue durante los años finales de la Década
Infame, basada en fraude, corrupción, represión y
entrega? Esta edición no hace alusiones directas a la política
nacional. ¿Fue durante el gobierno militar surgido del golpe de 1943 o
durante los primeros tiempos de Perón? Estos interrogantes subsisten al
momento de este avance.
En 1938, bajo la dirección de Luis Feldman Josin, aumenta en número de
páginas, cambia formato “... y se pone incondicionalmente al
servicio del progreso del pueblo de Esquel y de todos los pueblos de la
Cordillera chubutense.”, pese a la “campaña difamatoria y
cruel” de la que fuera objeto, incluso cuando un Juez lo acusó de
desacato y lo envió detenido a Rawson; luego fue absuelto y el Juez
separado de su cargo. Privado de ejercer la docencia en Esquel y
separado del diario, F. Josin optó por seguir trabajando de maestro en
La Pampa. Tampoco en este caso el diario
explica los detalles políticos. Su línea fue seguida por Luis Zushlag
hasta su regreso en 1944. ESQUEL pasará a ser diario en 1945. La
edición especial dice que, a pesar de todas las dificultades, “...
la maquinaria vieja, la falta de personal especializado, el enorme costo
de producción, la carestía del papel y la mano de obra (el diario
prosiguió porque los detractores) no contaron con nuestra fuerza de
voluntad, tan grande como las montañas, tan fuerte como el granito del
Ande, que no se abate, que no se rinde...”.
Artemio Bock
recuerda que una vez se quemó la casa donde funcionaba el archivo del
semanario y se perdió gran parte del material; también menciona que
alguna vez colaboraron periodistas de importancia, como Juvenal y Lucero
de Oro, de quienes no supo más cuando se fueron.
En 1950, el diario se vendía por todo el oeste del Chubut y en otros
puntos del entonces Territorio Nacional, con una tirada de 1800
ejemplares, todo un mérito teniendo en cuenta los problemas antes
anunciados para su elaboración y los de distribución, por los caminos
y transportes de la época y el alto índice de analfabetismo.
Feldman Josin contó con la estrecha colaboración de su esposa,
su joven hijo y el apoyo de los lectores “... que nos
alientan, estimulan y acicatean para que sigamos por la misma ruta, con
igual fé...”
El 2 de enero de 1929 sale a la venta un nuevo semanario: EL ECO
DEL FUTALAUFQUEN cuyo fundador es Carlos Gago Viera, primer tipógrafo
del ESQUEL. Encara pleitos políticos, registra permanentes
denuncias de atropellos y comentarios irónicos y mordaces sobre vecinos
de Esquel. Se interrumpe por la cárcel sufrida por su fundador, por la
muerte del Comisario Podestá, adjudicada a Viera tras un duelo de armas
de fuego en pleno centro de la ciudad. Tras una breve reaparición, deja
de aparecer en 1938. Vuelve a la calle durante los gobiernos de Perón y
en el segundo, se manifiesta abiertamente peronista, con un logo en la
portada que dice “¡Viva Perón!” y sus editoriales defienden
al gobierno nacional, sin dejar de mantener debates con líneas internas
del peronismo local.
Fernando Macayo
recuerda que el semanario siempre denunciaba atropellos y los comisarios
se sentían casi dueños del pueblo. Un día Podestá y Viera tienen una
gresca en el bar Armonía porque éste había lanzado una nota sobre un
gerente de La Anónima, Martínez Aguirre, recién llegado, que había
sido maltratado y encarcelado. En la pelea callejera, Gago Viera lo mata
en la esquina de 9 de Julio y 25 de Mayo y es encarcelado.
Otros periódicos de poca
trascendencia
En 1929 aparece un nuevo el periódico, el primero de tipo
político en Esquel: LA VOZ DEL PUEBLO, órgano de la Unión Cívica
Radical, fundado por Nito Domínguez Tejeira. Se publica en los Talleres
Gráficos Esquel y deja de aparecer en 1930, bajo la presión del golpe
de Uriburu.
Entre 1941 y 1949 se difunde el periódico gremial EL OBRERO,
fundado por Antonio Izcaola. Era portavoz de los anhelos del sindicato
libre creado en Esquel por numerosos gremios.
Entre 1946 y 1947 existe el periódico LABORISMO, órgano oficial
del Partido Peronista, impreso en Bahía Blanca y algunos números en
Esquel. En 1948 queda constituido el Círculo de Periodistas del Oeste
del Chubut.
A través de estos medios se daba cuenta de actividades públicas,
anuncios de proyecciones de cine, tanto en lugares habilitados para ello
como en los habituales, publicidades de comercios, reclamos al Estado,
cartas de lectores, resúmenes de sesiones del Consejo deliberante,
noticias nacionales e internacionales, precios de cereales y
defunciones.
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