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Mientras Lista se jugaba por tierra, el Sub – Prefecto Chaneton tuvo
la idea de despachar una falúa hasta Carmen de Patagones donde se
encontraba el telégrafo, para informar lo sucedido. Como
lo contara Ibon Noya, mientras ingresaba el Magallanes a la ría, su
padre estaba calafateando la falúa “Patagonia” de la Subprefectura,
la cual en las condiciones que se encontraba, fue empleada en el
salvataje por el Contramaestre Burlotti y sus Marineros.
Contramaestre Burlotti y familia Esta
embarcación doble proa había sido construida dos años antes bajo la
dirección y según diseño propio del Sub – Prefecto Chaneton, en los
astilleros de Spiro y
Ungaro21
del Riachuelo. Tenia 7,5 metros de eslora y 2,4 metros de manga. Para
poder llevar a cabo el viaje a Patagones, don Luis Noya ayudado por
otros artesanos, preparó la falúa dotándola de cubierta, velas y timón.
También se efectúan arreglos para que el timonel no sea arrastrado por
la corriente del mar. La
partida tuvo lugar el día 5 de julio, siendo tripulada la
“Patagonia” por el Piloto José Sosto, el contramaestre Manuel
Carballo, el señor Emilio de la Cruz y los marineros José Pérez y
Luis Laner22 Así
comenta esta hazaña el diario La Nación, el día jueves 28 de julio de
1887: ...“del día 7 al 9, la navegación fue muy peligrosa pues
reinaba un fuerte temporal llegando a faltarle a la embarcación el
gobierno del timón. En esas circunstancias se rompió la botavara y
hubo momentos en que la situación
se hizo sumamente difícil. Sorteados los peligros que implicaban
el cruce de los golfos San Jorge y San Matías, los viajeros fondearon
el día 14 a las 4 p.m.
delante de la casa de los prácticos de Patagones.” Este cuadro del Magallanes hundiéndose, es de Silvestrini, un pintor que retrató buques de la ARA de esa época. a popa se puede ver la lancha a vapor del buque. Silvestrini, no estuvo presente al momento del naufragio, y una fuente (La Argentina Austral) atribuye su origen al Subprefecto Chaneton.
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