
- mayoritariamente británicos y supuso un logro colectivo de la
población del Valle Inferior, la Colonia Galesa, a fines del siglo pasado
para la salida de frutos agroganaderos, especialmente trigo. El ramal,
posteriormente a cargo del Estado y reestructurada su trocha en tiempos de
los gobiernos radicales anteriores a Justo, se extendió hasta un punto de
la meseta central denominado Alto Las Plumas, donde se detuvo la obra.
- La tercera posibilidad obedecía a un
interesante proyecto de ferrocarriles patagónicos auspiciados desde el
Estado por la Ley 5559, “Ramos Mejía”, por el inspirador de la misma,
Exequiel R. Mejía, dentro de un marco amplio de fomento a los Territorios
Nacionales. Esta Ley propiciaba para la Patagonia una red de líneas férreas
que conectarían costa, meseta y cordillera
mediante ramales que irían, uno desde Puerto Deseado a Las Heras, en
la provincia de Santa Cruz; otro, desde Comodoro Rivadavia a Colonia
Sarmiento; un tercero, desde Puerto Madryn hasta Alto Las Plumas;
finalmente, un cuarto con una línea férrea transversal, casi de sur a
norte, que uniese esas puntas de rieles desde Las Heras hasta el futuro
Ingeniero Jacobacci o un punto similar que pasase por Esquel – Trevelin
(Ese ramal transversal y la extensión desde Alto Las Plumas nunca se
construyeron).
A su vez, Emilio Frey, colaborador de Willis, recomendaba
con mayor precisión dos trazados: el primero, (planicies altas y con numerosos
arroyos, apto para la ganadería) por la